El Combate

Cien victorias en cien batallas no son la mejor señal de habilidad; Vencer al enemigo sin entrar en combate es lo más digno de reconocimiento.

Una fuerza militar establecida por el engaño de los sentidos de los enemigos, de modo tal que ellos no conozcan tu verdadera situación y puedan establecer su supremacía, es movilizada por una estrategia, en el sentido que avanza cuando esta ve una ventaja, dividiendo los grandes cuerpos creados para confundir a sus oponentes y observar como estos reaccionan ante ti y así puedan adaptarse y situar y obtener la victoria.

Por lo tanto, cuando se mueve con rapidez es como la rampa, y cuando se mueve con calma es como la fuerza. Es rapaz como el fuego e inamovible como las montañas. Y rápida como el viento, aunque llega sin aviso, sin rastro y se retira como el relámpago. Es como un bosque que no crece y es rapaz como el fuego en una pradera, sin dejar una simple hoja de hierba en pie, pero terca como una montaña.

Es difícil saber como la oscuridad termina matando al relámpago. Como pensar en un lugar donde alinear a las tropas. Como expandir tu territorio. Como evitar las perdidas.

La regla para las operaciones militares es alimentarse lo más posible del enemigo. Sin embargo, en las localidades donde las personas no poseen mucho, es necesario dividir las tropas en grupos más pequeños para que puedan tomar lo que puedan aquí y allá, pues cuando se esta aquí y allá, será suficiente...

Así se dice que si tu conoces a tus enemigos y te conoces a ti mismo, ganaras cien veces en cien batallas. Si tu solo te conoces a ti mismo, pero no a tus oponentes, ganaras una batalla y perderás la siguiente. Si tu no te conoces a ti mismo y no conoces a tu enemigo, siempre perderás.

1 Comentario(s)!:

peregrin tuk hat gesagt…

me gusto lo que escribiste viejo ^^

cuidate arto..^^
aveses leo tu blog..pero em da paja dejar el comentario..