Marzo 6, Xi'an, China

He encontrado y conocido mucha gente en los últimos días. Una conversación puede ser un interesante juego de ajedrez. Una lengua con buenas intenciones puede ser una verdadera rareza en estos días.

A veces hablamos, hablamos tanto. A veces hablamos, hablamos realmente demasiado. Tanto, que olvidamos porque empezamos a hablar en un principio.

En una tierra de piratas me preocuparía mas lo que sale de tu boca que de lo que entra, así que inunda tu cubierta con modismos adecuados para la realeza. Estoy seguro que tus barcos se hunden con el peso de tantas silabas.

La energía, por naturaleza engendra perspectivas iguales. Divergentes en la superficie -conectadas en el fondo.

Y en que estado nos encontramos cuando no podemos perdonar a nadie por los mismos errores que nosotros hemos cometido un millón de veces antes. Hemos empezado a colocar la culpa en la lengua de otros.

Hemos empezado a colocar la sabiduría con la vanidad y a exigir a otros que rindan cuentas por la forma de nuestros propios pies.

Hay una batalla en una callejón, hermanos peleando por algo que no esta ahí. Estos hijos de la misma sangre estarán tristes al descubrir que solo la guerra es la vencedora.

Seguimos pelando por posiciones en una carrera humana que nunca comenzó, donde la partida y la meta están hechas de aire delgado y fino.

Mi mapa me guía hacia el desierto de Gobi. Emprenderé la travesía en la mañana.