Santiago en invierno...

¿No les encanta la ciudad en invierno? No sé Uds., estimados lectores, pero a mí me gusta mucho poder sentir aire limpio de vez en cuando a causa de las lluvias invernales. Es también la época en la que puedo sentirme mas protegido de todo. No sé de donde proviene esa idea, pero es así.

También es la época en la que uno no se preocupa de dar rienda suelta a los placeres mundanos, como el sexo, las fiestas, entre otros. Por lo tanto, creo que durante el invierno uno se inhibe en muchas cosas, a fin de no perjudicar nuestro desempeño en áreas más importantes, como lo son el colegio, la universidad o el trabajo. Uno esta más enfocado, diría yo. Al menos eso me pasa mi.

Sin embargo, el hecho de que uno no sea tan liberal como en otras épocas del año, o más trabajador y conciente, no quiere decir que nuestro propio libertinaje y flojera no nos pueda dominar.

Hace poco vi una película muy interesante, incluso para ser una “chick flick”. En ella se desarrollaba la historia de dos personas en al ciudad de Nueva York (¿Nueva “Yor””?) quienes, sin conocerse realmente ni saber nada del otro, mantienen una relación vía correo electrónico, o “
e-m@il”. Cada uno desarrolla su propia vida de manera totalmente aislada a la del otro. Final y obviamente, estas dos personas se conocen en vida real, pero solo por un acto fortuito, Ninguno de los dos sabe aun que ellos son las personas con las que mantiene una relación cibernética. Por una serie de eventos propios de la trama de la película, estas dos personas terminan encontrándose en una posición de rivalidad y animosidad. A medida que esta situación progresa, estas dos personas, sin estar concientes de quien es realmente el otro, siguen manteniéndose en contacto, demostrando un lado de sí mismos que no refleja la personalidad fáctica de cada uno de ellos. Acuerdan conocerse, pero uno de ellos se aterra al darse cuenta que su “amigo virtual” es nada mas y anda menos que su propio enemigo. Sin embargo, una relación seudo-amorosa se ha desarrollado entre sus alter-egos en la red, lo cual representa una traba para el que se ha dado cuenta de toda la situación, mientras la otra no tiene noción de lo que sucede. Mas tarde, debido a una progresión en su relación real, ellos se acercan mucho más entre sí, dejando atrás en gran medida su animosidad inicial, pero solo uno de ellos sabe la verdad acerca de sus identidades secretas.

Para hacerla corta, terminan juntándose en una laza de la ciudad y comparten un húmedo y emotivo beso (¿Les dije que eran un hombre y una mujer? ¿No? Se bañaron, entonces...).

No obstante, el tema que más me llama la atención de todo esto y que guarda relación con los primeros párrafos de esta entrada es como la vida que llevan algunos en la red repercuten en su vida real. Claro, es muy difícil encontrar gente que desarrolla situaciones como la anteriormente explicada, o similares, aunque si las hay. Pero dejemos de lado la realidad y pretendamos que algo así puede darse. Para explicar mejor mi interés en esto me valdré de la misma película que explique.

Ambos peonajes tenían una vida armada fuera de la pantalla de su computador, estaban emparejados, mas no casados. Pero ambos despertaban cada mañana esperando encontrar en sus casillas de correo un nuevo
e-m@il del otro. Es algo que se puede palpar desde el comienzo de la película, el hecho que había un interés casi romántico entre ambos. ¿Pero en que momento se pone borrosa la línea que se para la infidelidad fáctica de la infidelidad sin identidad? Claro, los defensores de estos sistemas de relación podrían objetar que es algo totalmente personal. No lo niego. Pero también es obvio que en al mayoría de estos casos las mentiras van y vienen como si nada. Y aun cuando eso no fuera así, siempre hay excepciones.

Creo que es igual de inmoral tener una relación de esa clase y con esas intenciones si uno ya esta interesado en alguien más “fácil” de conocer y obtener, o bien si uno ay esta comprometido. Con todo, creo que la infidelidad es algo natural al ser humano, particularmente en los hombres, quienes son los que más se ven a favor de “echar una cana al aire” cuando la oportunidad se presenta. No que las mujeres sean más correctas, ni nada, pero son más pudorosas en cuanto a sus maniobras, las mas de las veces.

En este caso puedo hablar con mas derecho, pues yo he sido victima de infidelidades, y victimario también. He sido el patas negras en consentimiento y en ignorancia. Y me arrepiento profundamente de todo lo que hice. Con todo, es perdonable, en la medida en que cada uno de los individuos lo entienda y lo tase. –PEACE.

¡Sláinte!

P.D.: ¡Estúpido calor de mierd*!

1 Comentario(s)!:

Anonym hat gesagt…

Partiendo con lo de las ciberrelaciones, creo que a veces puede ser entendible (hasta cierto punto) que necesiten compartir de esa manera. No digo que sean malas personas ni nada por el estilo, pero sí son personas que no pueden enfrentarse cara a cara con lo que son, interactuar. No puedo culparlos. No me gustaría establecer algo así, pero no puedo evitar entender y sentir hasta algo de pena por ellos, porque no pueden hacer nada.
Por otro lado, creo que si es bueno tener la red como una vía de escape, no con respecto a los demás sino a uno mismo... verbigracia, blog, fotolog.
Finalmente, creo que eso de la infidelidad va más allá de lo carnal, lo sabes. Y espero que no seas victimario, porque prefiero mil veces saber antes de pasar por weona.
Bueno, saludos y te quiero un chorro.