Aquí me encuentro, en alguna parte de Port Of Spain, debatiendo sobre nuestra existencia con alguien a quien nunca he conocido.
Lee este momento como una banda elástica, deja que resuene como el nacimiento de un ser amado, por favor, deja que tus opiniones sean flexibles.
Dices que has encontrado el mundo y que lo entiendes completamente. Solo has encontrado a un hombre muerto.
La comprensión y entendimiento solo viene cuando te despojas de un cuerpo sin vida.
Mis palabras son limitadas; Su significado no lo es.
Nuestras vidas son limitadas; Nuestra existencia no lo es.
Ten cuidado, pues tus ojos te han engañado, por que todo lo que ves es solo una pieza, una pequeña pieza, de una letra en un alfabeto, mas allá de una palabra de un manuscrito que nunca termina.
A estas alturas, me voy en busca de mejorar mi lengua, y por una mejor descripción de este estado en el que todos estamos.
Todo lo que necesitamos y nada más.
Me doy cuenta de lo poco que conozco de este mundo, y nuevamente, pronto, estaré perdido en el Atlántico, en dirección al este.
Agosto 8, Port Of Spain, Trinidad & Tobago
Traído a Uds. por cortesía de Clemente el día 8/08/2007 12:15:00 PM Categorías Set Sail The PrairieProfessore Norberto Bobbio (1909 - 2004)
Traído a Uds. por cortesía de Clemente el día 8/05/2007 07:04:00 AM Categorías Gente"¡...Te ordeno que seas libre!"
Traído a Uds. por cortesía de Clemente el día 8/05/2007 06:53:00 AM Categorías educación, Estudios, Gente, Historia, Ideas, individualismo, Monólogos, Reflexiones, revolución, sociedadEn todos los juegos que he visto siempre se ha hablado o mencionado grandes valores que la guerra encarna, tanto buenos como malos. Los malos creo que son mas que obvios, por lo que enumerarlos seria innecesario. Por el otro lado, considero curioso los valores a los que se apelan y que “justifican” la guerra o los actos bélicos de gran escala. Entre estos valores esta por supuesto la búsqueda de la paz (“Si vis pacem, para bellum”... y wea!), la legitima defensa ante cualquier agresión, extranjera o domestica, y finalmente, la libertad.
Partiendo por la paz, creo, al igual que George Orwell, que la paz es simplemente un periodo entre guerras, y que la guerra fue hecha para perpetuarse, pues, como he dicho innumerables veces antes, las necesidades humanas son ilimitadas, y entre las necesidades básicas esta el deseo de acumulación de riquezas materiales y poder. La paz no es rentable para quien quiere hacerse de un poder rápidamente. Muy al contrario, sin guerra, el gobernante o el Estado soberano no puede demostrar su valía o su buen criterio al elegir a un buen guerrero como líder, respectivamente. La guerra, nos enseña la experiencia, es un método superior para adquirir poder, sin considerar antes los costos a corto o largo plazo.
Con relación al valor de la legitima y justa defensa (Si, la legitima defensa es justa, pues, o uno mata, o lo matan a uno. Simple y conciso, pero cierto), creo que en la guerra se desdibuja la línea que separa la defensa de la ofensiva. Tomando el ejemplo de la U.R.S.S. durante la Segunda Guerra Mundial, la defensa fue tenaz, y siempre se apelo a la derrota del invasor fascista y la victoria del soviético. Pero rápidamente las mesas se dieron vuelta, convirtiéndose el victorioso soviético, defensor de la Madre Patria, en el invasor comunista y el invasor fascista, derrotado y obligado a replegarse, en el heroico “ultimo hombre” alemán. Todo en el transcurso de poco menos de dos años y medio. La línea, si no borrosa, es casi inexistente. En lo personal, considero que la legitima defensa tiene grandes vacíos, y lamentablemente, el legislador (¡El humano, la humanidad en pleno!) no ha logrado establecer cláusulas que permitan determinar si los actos en defensa propia son realmente tales. Tal como dijo Aristóteles: “Siempre es mejor ser victima de una injusticia que cometer una”. Pero, ¿cuándo se deja de ser la victima y se pasa a ser victimario?
Finalmente, estimo que apelar a la defensa de la libertad como una justificación de una guerra es un acto muy grande y arriesgado, pues la libertad es algo frágil y por lo mismo, puede ser quebrada por el deseo a la opresión y a la venganza germana del ojo por ojo y diente por mandíbula.
Algo que me llamo particularmente la atención fue el nombre que se le dio a una de las operaciones norteamericanas en la Guerra del Golfo V 2.0 (La actual, gestada por el mandril boquiabierto de George W. Bush): “Operation Freedom”. Claro, muy fácil llamar a una operación militar con ese nombre, pero aun no veo ninguna freedom. Es mas, veo cada vez mayor opresión por parte del ejercito norteamericano contra el pueblo iraquí, quien reclama su derecho a regirse a sí mismos, si la intervención de los yankees, o sea quien fuere. Lamentablemente, hablar de la posibilidad de retirar a las tropas de EE.UU. de Irak es virtualmente imposible, pues si eso sucede, Irak se inflama, y si se quedan, mas gente morirá innecesariamente. Las razones REALES del por que aun se quedan son desconocidas, pero no así el numero de muertos que aumenta cada día.
Fuera de considerar una patudez el argumento de EE.UU. de que ellos “traen la libertad y la democracia a los países con gobiernos tiránicos y/o mal desarrollados”, nadie puede atribuirse la etiqueta de “Héroe de la Humanidad” e ir por ahí repartiendo democracia y libertad a gente que en realidad no la ha pedido. La intervención norteamericana en Irak perdió su sentido hace mucho tiempo, y ya están gastándose las excusas de Bush para mantener una guerra que cada vez toma mas vidas y capital. La guerra contra el terrorismo ya no esta ahí, y francamente, no creo que nadie sepa donde esta, o si siquiera estuvo en Irak en algún momento.
Ahora, mi pregunta final, aunque sin respuesta, se basa en el mismo principio del cambio de la legitima defensa al surgimiento del injusto ataque. Es decir, ¿cómo es que podemos probar empíricamente o valorativamente que la lucha pro al libertad es pura, es directa, es una defensa inherente al hombre, y que además, es imposible que la lucha por al libertad no se transforme en una lucha por imponer la libertad de un pueblo a otro, siendo estos, en la gran mayoría de los casos históricos, totalmente diferentes?
Seguiré con esto mas adelante. Sin ánimos de cachiporrearme, considero que es vital para el desarrollo espiritual de nosotros, jóvenes y brillantes estudiantes universitarios, poder plegarnos a un punto de vista sobre esta pregunta y defenderlo fuertemente. –PEACE.
OBEY
Traído a Uds. por cortesía de Clemente el día 8/02/2007 11:14:00 AM Categorías revolución, sociedad¿Por qué se afirma que los Tratados internacionales referidos a Derechos Humanos poseen rango constitucional en el Ordenamiento Jurídico nacional?
Traído a Uds. por cortesía de Clemente el día 8/02/2007 09:52:00 AM Categorías educación, Historia, Ideas, relaciones exteriores, sociedadUnos cuantos más años después de la Constitución Americana, en la Declaración Francesa de los Derechos del hombre, se entiende que los Derechos Humanos deben ser inmediatamente integrados al orden constitucional nacional, pero aquí aun no se tratan ni se nombran a los Tratados Internacionales que versan sobre este tópico. Es simplemente un supuesto de contenido de una constitución “bien establecida”, nada mas.
No obstante, y a pesar de no ser un T.I. per se, la Declaración Francesa es una fuente del Derecho Internacional en todo el sistema de la Organización de las Naciones Unidas. Y entre los Derechos (Explicitados de manera mas precisa a como fueron vistos en la Constitución Americana) que están resguardados en la Carta Fundamental de la ONU están:
- El Derecho económico.
- Los Derechos sociales.
- Los Derechos culturales.
- El Pacto de Derechos civiles y políticos.
- Diversas facultades de este Pacto.
- Diferentes Herramientas del Regionalismo.
Estos Derechos no son excluyentes entre sí, lo que trae a consideración lo que mas tarde se entendería como la necesidad de no contener reglas contradictorias dentro de los mismos DD.HH., o al menos, entre estos Derechos y la normativa interna de los países que contemplen estos Derechos.
En cuanto a la idea de los D.HH. solo se puede alegar que, a grandes rasgos y sin profundizar innecesariamente para lo que es el tema de este ensayo (Aunque guarde relación con el), salen de una revisión historia y pragmática de sucesos que han incidido en la ética del respeto o la mera noción de Derecho Humano que emana en varios puntos, del Iusnaturalismo. Además, esto debe guardar relación con como estos Derechos son percibidos como Derecho Nacional, o incluso Derecho Individual.
Ahora, dicho todo esto, podemos entrar finalmente en la idea que presenta el profesor Mario Verdugo. Esta idea propone que los Derechos Humanos tienen o poseen un nivel de jerarquía y poder o rango constitucional. Sin embargo, antes de entrar de lleno a esto, antes debe ser aclarado que los DD.HH. del ordenamiento nacional o internacional deben ser aplicados a través de las disposiciones propias de cada Estado. Los procedimientos de inclusión de los DD.HH. al sistema interno corresponden exclusivamente a los Estados adherentes, y del mismo modo, el modo de aplicación. En nuestro propio Ordenamiento, por ejemplo, el Articulo 54, Nº1 de la Constitución Política de la Republica establece que la aprobación de los TT.II. de cualquier naturaleza se someterán ala aprobación del Congreso y desde ahí, correrán la misma suerte de todas las leyes aprobadas y sus diversos medios de publicación al país. Es deber del Estado proteger y asegurar el cumplimiento de estos Tratados.
Se ha discutido también que, por un lado, los TT.II. serán solo resguardados por el propio país suscrito a ellos, y por el otro lado, que es necesaria la intervención internacional en cuanto al cumplimiento, respeto, resguardo y salvar las transgresiones de los TT.II. Por esto, se ha llegado a la decisión de adoptar ambos mecanismos siempre resguardando la soberanía nacional (Articulo 5 de la Constitución Política), pero dando cabida a la opinión internacional. Con todo, se considera incorrecto que los DD.HH., iguales para todos los seres humanos y de orden internacional, vinculantes a todos los piases adheridos a la ONU, sean dirigidos y aplicados bajo la sola discreción de cada Estado, y no manejados o controlados supra-constitucionalmente por un ente internacional facultado con esta capacidad.
Para solucionar esto, la constitución de 1980 estableció que el Estado esta al servicio de la persona humana, lo que coloco a los DD.HH. por sobre el propio orden jurídico “corriente”, y baso esto en el respeto de la seguridad de las personas y la (consiguiente) seguridad nacional. Más tarde, todos los Derechos consagrados en el Ordenamiento Jurídico cayeron jerárquicamente ordenados después del Articulo 19 de la Constitución, Nº1, inciso primero (“El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona.”). Por eso, el individuo puede exigir al Estado, subordinado a este Derecho, que lo protejan a el y su Derecho., dando paso a la noción de que todos los miembros del Estado o que participan públicamente del gobierno deben velar por al protección de este Estado erga hommes y que la trasgresión de, por ejemplo el Derecho a la Vida, sea por el propio Estado u otro cuerpo, es una falta terrible a lo dispuesto por el Ordenamiento Jurídico y establece de este modo, aunque no formalmente y no siempre, el nivel de “falta constitucional”.
A pesar de lo anterior, si no hay voluntad de obedecer las reglas del Ordenamiento Jurídico, la justificación y el espíritu de los Derechos desaparece. Por ejemplo, estos casos de desobediencia constitucional se han visto en la historia de Chile, como fue el caso de 1973, año en el cual se le restringió su accion al Poder Judicial de tal modo que diera cabida a los abusos del Poder Ejecutivo en desmedro de los DD.HH., entre otros varios casos.
En suma, se ha establecido que el propio sistema jurídico posee herramientas por medio de las cuales se pueden mantener a los DD.HH. superiores a otros, siendo una de estas herramientas el recurso de amparo (Articulo 20 de la Constitución Política). Por supuesto, y como ya se dijo, para que una norma sea efectiva, debe ser obedecida y llevada a cabo segun su tenor literal, lo que coloca a los Derechos Humanos en una posición constitucional formal, y efectiva, en los casos en los que sean respetados.
TCOOT... *¡Sorpresa!*
Traído a Uds. por cortesía de Clemente el día 7/23/2007 03:52:00 AM Categorías Ideas, Músi-k
P.S.: Ese cuadro es del comic de Internet Questionable Content. Excelente.
¡Wolfgang Stark es una...
Traído a Uds. por cortesía de Clemente el día 7/20/2007 02:36:00 AM Categorías Deporte, Gente, humor, relaciones exteriores...Como yo también soy un chico a la moda y quiero ser bakan e igual a todos, este es mi aporte!
Julio 12, Kingston, Jamaica
Traído a Uds. por cortesía de Clemente el día 7/12/2007 01:39:00 PM Categorías Set Sail The PrairieEl océano me hace sentir pequeño. Me doy cuenta de que las olas tienen un propósito, como letras en un alfabeto.
Creencias apostólicas conjuran fe terrenal, ganando intuición celestial, sobreponiendo amor fraternal. Hacer una nueva oposición, proveyendo interrogaciones racionales, asombroso tesoro, voluntad virtuosa, inmortal, x-y-z...
Ningún profeta ha sido aceptado en su propia aldea.
Un búho en un monte conoce la luna y, limpios como un rió, como flores florecemos más rápido cuando estamos mas lejos de la sombra.
Antes de que envejezcas, no te dejes amedrentar y vender.
¿Y que hay sobre los animales y todas las pobres almas hambrientas? ¿Valen realmente nuestro tiempo? Pues, esta es la cuestión acerca del tiempo.
Es nuestro departamento, y la renta aun se debe pagar incluso cuando nuestra piel no se da cuenta del paso del tiempo.
En vista de que todos hemos recibido nada en nuestras manos, deberíamos tener un poco de compasión, pero la gente puede realmente ser incompetente en entender este concepto.
Sentirse ofendida por las cosas que hemos hecho. Sentirse ofendida por la sombra de nuestros pulgares. Sentirse ofendida simplemente por el lugar donde estamos.
Juro que un día...
Ningún imperio ha sido fiel con aquellos que ayudaron a iniciarlo.
Ellos dicen que cambie, pues los problemas del día a día pueden ser suficientes para hacerme caer de rodillas. Voy a continuar mi viaje, dirigiéndome al sureste, al interior del mar.
Análisis de "El Príncipe", de Nicolás de Maquiavelo
Traído a Uds. por cortesía de Clemente el día 7/07/2007 08:38:00 PM Categorías educación, Estudios, Gente, Historia, Ideas, sociedadEn este ensayo intentaré demostrar que, a pesar del paso de los siglos, las ideas de Maquiavelo siguen siendo relevantes para el desarrollo de la política como ciencia, y como algunos fenómenos que él ilustró en su obra aun se mantienen vigentes, sin considerar inmediatamente las diversas ramas que éstos han tomado, o los medios que escojan para alcanzar sus fines últimos. Para esto he decidido destacar muy someramente algunos puntos que considero relevantes y conflictivos a la hora de hablar de la política según el libro y explicar el por qué algunos sucesos históricos que esta obra muestra aun pueden verse hoy en día.
I. El sistema político según Maquiavelo
Muchas veces se ha dicho, erróneamente, que Maquiavelo era un férreo seguidor del absolutismo del poder temporal, en desmedro de cualquier otro poder extra o intra político, como seria el de la Iglesia, representada en su obra por el Papa Alejandro VI y su hijo César Bórgia, hombre de gran poder en Italia, en gran parte debido a la situación de su padre.
Lo que es correcto afirmar de Maquiavelo es su deseo de establecer un gobierno republicano en Italia, uniendo a todos los principados rivales (incluyendo a Roma, representante del Poder Espiritual, rival constante del Poder Temporal) bajo una sola bandera. Esto se ve reforzado por la idea que Maquiavelo tenia sobre la participación ciudadana en el gobierno. No obstante, Maquiavelo propuso que la única manera de mantenerse en el poder, siendo uno el soberano, era con el amor / temor y la aprobación del pueblo, es decir, de los gobernados. Pero nunca habló de un gobierno en el que la participación de la nación fuera directa, pues la idea del voto aún no se había desarrollado (faltarían al menos dos siglos mas para que eso sucediera). Esto descarta inmediatamente la posibilidad de una democracia, al menos como el profesor Bobbio la considera. Tampoco mencionó nada relacionado a las libertades de los individuos, puesto que el Príncipe tiene la facultad de disponer de los recursos de los particulares.
Hoy en día ese fenómeno solo se encuentra parcialmente vigente, ya que es evidente que la idea de que el pueblo apruebe y entregue su lealtad, o al menos esté conforme con la administración, es fundamental, y en la mayoría de los casos, obvio para el funcionamiento de un tipo de gobierno.
No obstante, el establecimiento de la democracia, la protección de las libertades personales y los derechos políticos del individuo (para los efectos de este ensayo, el derecho a voto es de los más relevantes, junto a la libertad económica) han terminado en gran parte de las esferas políticas actuales con el abuso del soberano, y ha puesto férreos limites al Poder Temporal. Pero es interesante ver como, a pesar de esto, se han visto casos de absolutismos y dictaduras en los últimos siglos (y más precisamente en las ultimas cinco décadas), lo que refuerza la idea que Maquiavelo tenia acerca de la conveniencia de un gobierno absoluto y autoritario en los casos en los que el desorden nacional es alto y puede amenazar a los habitantes. Esta idea ha perdurado hasta nuestros días, con las observaciones que cada tendencia política tiene sobre una dictadura (el marxismo y la Dictadura del Proletariado, por ejemplo)
Para finalizar este punto, creo pertinente retomar las razones y motivos que Maquiavelo tuvo para defender de manera tan obstinada la necesidad de un soberano absoluto y fuerte que llevara adelante la unión de la nación.
II. Política y economía
Siguiendo la línea de la política y el soberano omnipotente y omnipresente que Maquiavelo expone en algunos capítulos de su libro, creo de suma importancia hablar de lo que es la economía en los tiempos que Maquiavelo ilustra, a fin de entender la necesidad de un control total y superior de todas las esferas del gobierno, siendo una de éstas, y una de las más importantes y determinantes, la economía.
Ante todo tenemos que saber que la economía del siglo XV era absolutamente diferente a la economía contemporánea. Por un lado, tenemos una economía casi fundamentalmente mercantilista, basada en la acumulación de riquezas y el control de diversas fuentes de recursos y trabajaos (aquí es de suma trascendencia el hecho de que Italia era el punto focal del intercambio entre Asia, África y Europa por casi cuatro siglos). Esta era la economía italiana de la época de Maquiavelo, aunque más bien, era la economía predominante en casi todo el mundo europeo, vale decir, básicamente autárquica, cerrada y limitada en cuanto a variedad de bienes disponibles.
Por otro lado tenemos una economía basada en el intercambio constante de recursos (no trueque, sino más bien compra y venta, importación y exportación, claramente), la alta variedad de necesidades (y por lo tanto, de productos), y una fuerte tendencia a la separación total e incuestionable de la economía y la política, o más bien del Estado, nada más. Es decir, la mayor expresión del liberalismo económico mezclado con el capitalismo moderno, fenómeno que no existía, y ni siquiera se imaginaba en el siglo XV.
La necesidad de diferenciar ambos sistemas económicos, al menos en sus puntos más comunes y generales se basa en lo fácil que puede ser para el gobernante el control de esta esfera, siendo, por supuesto, la primera la más propensa a ser controlada de manera absoluta dado que la acumulación de riquezas solo se podía llevar a cabo por las clases sociales capacitadas para esto, aquellas que poseían la tierra y cobraban los impuestos. Y para ventaja del gobernante, viéndolo desde el punto de vista del contexto histórico de “El Príncipe”, quienes controlaban la riqueza eran aliados del soberano ya que este, al ser apoyado económicamente por ellos, les recompensaba entregándoles tierras; y así, seguir recibiendo ingresos con que pagar a los soldados, mercenarios, consejeros, sirvientes, ayudantes, etc.
Hoy en día este suceso es prácticamente inexistente, puesto que, como ya dije, los sistemas económicos son diferentes, pero de esas diferencias la más importante es la creciente y constante separación de la esfera económica de la esfera estatal, mas no necesariamente política. En efecto hoy en día aquellos con grandes recursos monetarios, ayudan a que sus amigos y colegas o simplemente candidatos lleguen al poder y ellos, devolviendo el favor, los ayuden. Y del mismo modo, hemos visto en los últimos años como gente muy rica ha intentado (y seguirá haciéndolo) llegar a los puestos de poder, como fue el caso del candidato a la Presidencia de Chile, Sebastián Piñera.
A final de cuentas, creo que es muy difícil separar la economía del Estado, de la política o incluso de otras áreas de la sociedad o la nación. La experiencia nos enseña que el capital y las necesidades humanas personales son, para bien y para mal, más poderosas que los valores morales. Es por eso que cuando se ven acciones de los mandatarios o de los particulares que responden a una necesidad moral justa, los resultados son más trascendentales que los que se inician por razones personales. Este principio impregna toda la obra de Maquiavelo.

III. Necesidad VS. moralidad
Decidí dejar para el final esta sección del trabajo porque, como lo dice el titulo, trata la moralidad del soberano con relación a su gobierno y a cómo mantenerlo; pero además guarda mucha relación con la moralidad personal del lector, ya que, a pesar de ser una obra sumamente importante para la política moderna, hay algunos puntos que hoy en día serian objeto de profunda critica, incluso si las circunstancias fueran tales para permitir o para necesitar que un nuevo Príncipe solucionara los problemas de la nación, tal como lo haría el Príncipe de Maquiavelo.
Muchas veces se ha atribuido a Maquiavelo la frase “El fin justifica los medios”. Esto es falso, pues él en ningún capitulo de su obra dice tal cosa, pero las acciones que explica y los métodos que propone siguen a cabalidad este refrán. Las acciones que el Príncipe debe aplicar para obtener su territorio, establecer su gobierno y los métodos que debe utilizar para resguardarlo y mantenerse a sí mismo como el soberano son, por lo bajo, inmorales e ilegales bajo el prisma de muchos sistemas jurídico-políticos de la modernidad, y no solo en el mundo occidental.
Empero, juzgar las acciones de Maquiavelo y su pensamiento según los cánones modernos constituiría una injusticia similar a aquellas a las que Maquiavelo se pliega para lograr sus fines. Como ya dije, el contexto histórico de “El Príncipe” es esencialmente diferente (contrario, a ratos) al actual. Por lo tanto, colocarse en las situaciones según su contexto es vital para juzgar correctamente cada acción.
Nadie podría decir que la economía de Chile en el periodo de 1970 a 1973 no estaba peligrando de manera casi incontrolable, con el mercado negro y la escasez de recursos en general, pero nadie podrá decir tampoco que las muertes y desapariciones de la dictadura de 1973 a 1989 fueron actos justificables.
Pero volviendo a lo que sucede en Italia en el siglo XV, era significativa la pérdida de unidad nacional. Y era esto lo que en resumidas cuentas le interesaba recalcar a Maquiavelo, quien era por sobre todas las cosas un gran patriota, con el mas sincero interés de unir a Italia bajo una sola bandera y ponerla como un país importante en Europa. Los métodos son cuestionables, siendo los más importantes la falta de una moral o ética básica, tal vez religiosa, humana o incluso social, y un fuerte sentido de nacionalismo que podría incluso catalogarse de xenofobia, particularmente en cuanto a los franceses y los españoles que ocupaban ciertos territorios de la Lombardia y del sur del país.
Y viendo todo eso en el contexto histórico, los fines eran justos, pues en la Europa de principios de la modernidad el poder se medía por el tamaño, no por la calidad, siendo ejemplos claros de ello Francia antes del siglo XVII y España en su Siglo de Oro.
IV. A modo de conclusión
Creo haber demostrado, aunque de manera superficial, cómo las acciones que Maquiavelo describió en su libro “El Príncipe” siguen siendo sumamente relevantes y determinantes en cuanto a los fenómenos y maneras de comportarse de la política contemporánea, dado que en grandes puntos la naturaleza humana no ha cambiado de una manera tan radical en cuanto a lo que es la política, pues los fines siguen siendo los mismos, pero los métodos se han diversificado y las ideologías y pensamientos teóricos de la política permiten una mayor participación del pueblo general en la carrera política.
Sobre la economía sólo puede decirse que, si bien hemos pasado de una economía basada en la posesión de metales preciosos, tierras y otras especies similares a una economía mas dinámica desde el punto de vista de influencia y control de ciertas instituciones, organizaciones o actos políticos y sociales, el fin de tener medios materiales para lo que se quiere, sea en trueque o compra, sigue siendo el mismo, lo que demuestra que tampoco hemos cambiado mucho, aunque los fines se han diversificado mas, pero siempre van acompañados de necesidades muy maquiavélicas, como lo es la injerencia política en los partidos o en las altas instituciones.
Sobre lo que es la moral, como ya expliqué, creo que no podemos juzgar acciones pasadas con los prismas modernos, pues las necesidades y la moral han cambiado, y en muchos casos se alejan una de la otra, como también pueden acercarse. Con todo, creo que si alguien, bajo las circunstancias que fueren, intentara tomar el poder a través de métodos como los vistos en “El Príncipe”, podría ser juzgado de manera muy dura, pues ya no estamos en épocas que justifiquen, o incluso necesiten, de una mano de hierro sobre las esferas nacionales, políticas, sociales, religiosas, morales, económicas, etc.
Por Clemente Durán Castillo.