Julio 12, Kingston, Jamaica

El océano me hace sentir pequeño. Me doy cuenta de que las olas tienen un propósito, como letras en un alfabeto.

Creencias apostólicas conjuran fe terrenal, ganando intuición celestial, sobreponiendo amor fraternal. Hacer una nueva oposición, proveyendo interrogaciones racionales, asombroso tesoro, voluntad virtuosa, inmortal, x-y-z...

Ningún profeta ha sido aceptado en su propia aldea.

Un búho en un monte conoce la luna y, limpios como un rió, como flores florecemos más rápido cuando estamos mas lejos de la sombra.

Antes de que envejezcas, no te dejes amedrentar y vender.

¿Y que hay sobre los animales y todas las pobres almas hambrientas? ¿Valen realmente nuestro tiempo? Pues, esta es la cuestión acerca del tiempo.

Es nuestro departamento, y la renta aun se debe pagar incluso cuando nuestra piel no se da cuenta del paso del tiempo.

En vista de que todos hemos recibido nada en nuestras manos, deberíamos tener un poco de compasión, pero la gente puede realmente ser incompetente en entender este concepto.

Sentirse ofendida por las cosas que hemos hecho. Sentirse ofendida por la sombra de nuestros pulgares. Sentirse ofendida simplemente por el lugar donde estamos.

Juro que un día...

Ningún imperio ha sido fiel con aquellos que ayudaron a iniciarlo.

Ellos dicen que cambie, pues los problemas del día a día pueden ser suficientes para hacerme caer de rodillas. Voy a continuar mi viaje, dirigiéndome al sureste, al interior del mar.

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