Continuación de "El nido de oro" (Per Sane et Fides)

Volviendo a las cuatro opciones anteriormente nombradas: Hay varios Dioses revelándose a la vez, resultando en una lucha entre los fieles a cada uno de ellos, lo que explica las guerras religiosas; La verdadera y única revelación de Dios, si es que se produjo alguna vez, han sido cambiadas e interpretada demasiadas veces, resultando en discrepancias entre los fieles a cada una de estas interpretaciones de una sola Verdad; Dios jamás se ha pronunciado, pero los hombres han creado interpretaciones de Dios que han sido finalmente vistas como revelaciones; Dios no existe, pero sucede lo mismo que en el caso anterior.

Es ilógico pensar para un deísta, un ateo y un religioso racional que exista multitud de Dioses que no solo sean contrarios entre sí, sino que además sepan de la existencia de contrarios y sean enemigos entre sí. Si así fuera, no me explico lo terrible que seria el enfrentamiento en la tierra entre los fieles de cada uno. Además, es difícil pensar que si hay multitud de Dioses, habría suficiente universo para mas de un solo ser inmanente y omnipresente.

El segundo postulado suena más razonable para entender las discrepancias y pequeñas grandes diferencias entre las diversas religiones. Siguiendo mi propia manera de pensar, sumándole la idea y noción temporal y espacial de las culturas humanas, no seria raro que las diferentes percepciones de una misma revelación hayan sido cambiadas no por una mano escondida y manipuladora, sino más bien por las propias necesidades que los iluminados vivieron en el momento de recibir la palabra de Dios. El resto, no obstante, es el directo resultado de la interpretación conciente y “racional” de estas palabras. Eso puede vislumbrarse con lo vago que son los 10m Mandamientos, pero como pueden doblarse y ampliarse hasta abarcar diversos campos, aunque no siempre sean cumplidos.

La tercera proposición es la más cercana a como un deísta ve a Dios. Esto sin embargo, deberá ser explicado en otro texto, al igual que la ultima proposición, que será abordada en la próxima entrada.

No todo lo que brilla es oro

Revisando una vez mas la definición que di al inicio del discurso sobre lo que es la religión, y ahora poniendo sobre la mesa el razonamiento que ya expuse, puedo decir las razones por las que no me adhiero a una religión, o bien, porque considero que las religiones, por muy bien intencionadas y francamente importantes para la humanidad que sean, han sido usadas como herramientas políticas, económicas o sociales por algunos pocos que quieren mantener controlada a una sociedad que tampoco parece estar interesada en encontrar respuestas racionales a las preguntas importantes de la vida. Y eso es absolutamente legitimo. La ignorancia es una bendición, pues el exceso de conocimiento trae exceso de dudas. Las dudas traen miedo y el miedo produce odio hacia las cosas inexplicables, a las cuales, en la ofuscación, se les atribuye los orígenes de la maldad de la humanidad y de todo lo que es incorrecto en el ser humano. Este odio es también el que termina revirtiéndose sobre los propios religiosos, sin distinción de lo buenos o malos que son, algo que en lo personal me horroriza, pues los atacantes, relativistas o no, caen en el mismo molde de aquellos a los que pretenden eliminar, produciéndose una contradicción a la que me referiré en el próximo texto. Cabe mencionar que el odio interreligioso es también obvio y palpable.

Por otro lado, el término importa un orden. Como ya dije, es un orden, por lo que se ha visto en la historia, monopolizado, creado, modificado al gusto (No las necesidades) de quienes detentan el poder de guía religioso, sea un Papa, un rabino, un imám o cualquier clérigo de la religión que sea, pues estos clérigos actúan ya no solo como parte del propio conjunto social que las religiones permiten crear (Asunto vital de la religión, y un gran aspecto positivo de loas mismas, a pesar de lo que pueda decir cualquiera) sino como los lideres que este propio orden contiene. Este aspecto, en mi manera de verlo, coarta la libertad de interpretación y restringe la mente racional de la persona. Puesto de un modo más personal: A mi nadie me dice en que y como creer.

Seguidamente, las antiguas tradiciones consagradas y protegidas por estas religiones, o sistemas de normas, acciones y comportamientos, se han visto mermados en los tiempos modernos por su propia naturaleza. Estas tradiciones, como todas las tradiciones, solo sirven para mantener el orden de las cosas durante un tiempo determinado para el orden determinado de un grupo determinado. Siguiendo este modelo, encontramos ya no solo en los tiempos modernos, sino incluso antes de estos, problemas para las religiones. Por ejemplo, sabemos que el cristianismo fue establecido como esta tradición a fin de mantener viva la herencia cultural y moral de Jesús en los tiempos de las persecuciones. Una vez que el cristianismo se estableció como una base ética para la Europa alto-medieval, esta tradición tuvo que ampliarse, llegando a lugares donde los modelos de las historias bíblicas no podían aplicarse de manera “tan fácil como lo fue en sus inicios”. Por ejemplo, cuando el cristianismo llega a Escandinavia, es increíble el numero de reyes vikingos que se negaban a convertirse al cristianismo, no porque fuera una fuerza invasora, sino porque CULTURALMENTE, TRADICIONALMENTE estaban acostumbrados a los dioses nórdicos, celosos y terribles. Ellos temían al castigo de Odin por adorar a otro Dios diferente y opuesto a el. Por cosas de tradición y de economía, finalmente se decidió adoptar al cristianismo como religión oficial (eliminando a todo aquel que se opusiera a esto, en el nombre de la Santa Sede). Otro ejemplo, mas divertido, pero muy bonito es el siguiente, visto en tiempos bastante mas posteriores a los descritos anteriormente: “¿Cómo es que puedo enseñarle a un esquimal lo que es el cordero de Dios, si este en su vida ha visto un cordero?”. Espero que esto se explique por sí solo. Pues bien, ya tenemos los siguientes errores: Un orden establecido férreamente basándose en tradiciones que con la mejor de las suertes se vuelven obsoletas, es ilógico, peligroso e irracional. Con todo, hay que admitir y aplaudir de pie como el judaísmo y el cristianismo han logrado superponer tradiciones a fin de “adaptarse” a los cambios históricos. En serio, es francamente asombroso, y es evidencia de una mente inteligente y organizada como pocas. Por razones que deben verse bajo otros preceptos, el Islam y ciertas ramas del judaísmo han mantenido sus tradiciones por más de quinientos años, pero no sin repercusiones. A los judíos aun se les ve con mala cara y la ultima gran persecución de judíos paso hace menos de un siglo. El Islam es ahora mundialmente visto como un culto a la destrucción, al odio y a la muerte de los infieles como excusa para llegar a un paraíso idílico fomentado con el veneno que los lideres musulmanes extremistas y fundamentalistas inculcan en las mentes de sus seguidores. Estos errores son, por razones obvias, el ejemplo mas claro de lo que yo considero una traba humana básica, tanto para el espíritu, como para la mente. Es vital para las religiones, como todo ordenamiento normativo y valorativo humano del mundo, evolucionar y adaptarse a un mundo que cada día avanza más rápido.

Finalmente, sobre la religión solo puedo decir que, si bien es o fue o será fundamental para el desarrollo humano en diversos campos del saber y el crecimiento, es menester para estas que den cabida al sentimiento inherente del hombre de libertad de decidir y de autodeterminarse. No creo que sea muy consecuente con las enseñanzas religiosas el odio y desprecio que se siente hacia los apostatas, ateos, agnósticos, seculares y laicos incluso. Las religiones ya no están en la cúspide del monolito mundial del orden y perfección, sino todo lo contrario. Ahora se encuentran al mismo nivel que todos los otros medios de orden y control, como la moral, el Derecho, la ciencia natural e incluso otras aristas espirituales del hombre, como el propio deísmo, el paganismo y otros. Finalmente, lo que quiero defender con esto no es directamente la libertad del hombre, sino su propio mundo, su propio dominio sobre sí mismo, en el sentido que sea este el que busque, no el que sea encontrado y asimilado. Es natural a nuestra situación evolutiva la búsqueda de respuestas a las preguntas del universo, pero tal como es natural, es absolutamente contraria a ella la imposición de un rumor, de un mito, de una historia o una INTERPRETACION que no tiene apoyos racionales ni profundamente sentimentales desde un punto de vista individual como base de nuestro sistema de creencias y orientación vital.

Aquí, bajo ningún concepto pretendo destruir y erradicar la religión de la faz del mundo, pues la religión es el contrapeso a todos los otros términos e ideas que enumere al inicio de mi discurso, como el ateismo mas sustancialmente. La religión existe por algo, y es buscada por miles de personas diariamente como consuelo y explicación para sus problemas y bienaventuranzas. La religión ha sido el motor de miles de culturas, personas, organismos, Estados y otros para su perfeccionamiento. Grandes religiosos son aun estudiados por diversas disciplinas. Es grandiosa la obra que ha hecho la religión en materias de expansión y de desarrollo de la cultura mundial. La religión, si bien contiene fallas, es importante para la historia mundial. No debe ser eliminada solo porque algunos caprichosos intentan demostrar que sus mentes superiores son más grandes que las de otros que en realidad no necesitan una mente brillante para ser felices. Es mas, entre ser brillante, soberbio y odioso, o ser religioso, comprensivo y piadoso, yo no me pierdo. Esto es lo que yo pienso, y digo pienso porque tampoco creo que un religioso, por ser tal, sea idiota o ciego. Esto tiene mas pruebas empíricas que las que algunos dicen existen para asegurar la inexistencia del Padre de las Luces. Además, no creo ser tan tonto, o si lo soy?

He tenido la bendición del gran Constructor de Relojes de tener una familia culta, viajada, que ha visto el mundo y al ser humano. Ellos siguen un orden religioso, al cual yo no me adhiero por razones que ya expuse. Todos ellos son cristianos católicos, aunque si podría decir que hay uno de ellos que se comporta de una manera un tanto “anglicana”, pero esos son matices irrelevantes. Afortunadamente, además de ser religiosos y creyentes y amantes (¡No temerosos!) de Dios, son cuatro de las personas más brillantes que he tenido el placer de conocer. Cada uno apunta a diversas áreas del conocimiento humano, sobre el humano y para el mismo. Ninguno de ellos denosta la religión de otros, o su relativismo, sino que atacan fundamentalmente a la propia tontera humana con respecto a la falta de control de los humores y las pasiones que terminan convirtiendo al más racional de los hombres en un monstruo destructor y odioso, aferrado a una inteligencia improbable o a un ser omnipotente, omnipresente y castigador de los infieles. Son ellos los que me han impulsado a escribir esto, sumándose en el camino un grupo de personas creyentes, ateas, escépticas y HUMANAS que han ayudado a su humilde servidor a ser un hombre creyente y racional, pero incompleto de este maravilloso mundo que nos rodea, y que nos deja con la esperanza de que el mundo al que nos dirigimos es aun mas bello y grandioso que el actual.

¡Sláinte!

(*) Próximo texto: “El nido de plata”.

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