Murió Augusto Pinochet a la edad de 91 años...

Si bien estoy absolutamente de acuerdo en que los que celebraron la muerte de Pinochet en la Plaza Italia, destapando botellas de champaña y cantando, son unos rotos y el mejor ejemplo de falta de clase, no puedo evitar pensar que también es Pinochet la causa de todo esto.

Si, cierto, totalmente de acuerdo, es un humano, y su muerte debe ser tratada con recato y sorpresa, incluso por los que no guardamos el luto que algunos mantienen hasta este día, pues como humanos civilizados y educados correctamente, debemos tener respeto por los sentimientos e ideas de los demás, incluso si el propio Pinochet no tuvo esa tolerancia por las ideas de otros.

Algunos de nosotros solo nos acordaremos de Pinochet a través de las imágenes que están puestas aquí. Otros, lo recordaran como el “Libertador, héroe y mártir de la patria, General Augusto Pinochet”. Algunos nos quedaremos con las ganas de haberlo visto en un estrado, siendo juzgado y probablemente tras las rejas, sin importar si somos de izquierda o de derecha, y esto es importante recalcarlo en este país tan cuadrado, donde si no es es "comunacho", se es "facho", y viceversa. Yo me pliego a lo que la Ley dice, y no me interesa lo que se pueda decir de mi posición o ideología política. Yo hubiera querido respuestas. Para que hablar de quienes se las merecían de la propia boca de Pinochet.

Pero se escapo. Se las llevo fácil. Murió como un criminal impune. Me defraudo enormemente el sistema y la justicia chilena por no llevar a este dictador ante la justicia que el mismo ordeno redactar y consagrar en la Constitución de la Republica de Chile que rige hasta nuestros días y que yo estudio y seguiré estudiando, si Dios así lo quiere. Nos quedamos con las ganas.

Sin embargo, sé que no fue fácil para él tener que soportar que lo persiguieran, le apuntaran con el dedo y que lo retuvieran contra su voluntad en Inglaterra, así que, en cierto modo, fue juzgado. Espero, pues, que si se escapo y se salvo de ser juzgado por la justicia humana, chilena o extranjera, sea Dios su juez, y lo juzgue, pues con Él, si Pinochet es culpable de lo que hizo (Que lo fue...), recibirá un castigo justo. Que en paz descanse Augusto Pinochet, si es eso lo que se merece.


¡Sláinte!

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